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Episodio 35

Episodio 35: Killua X Contigo X Reunión Familiar

En algún lugar de la montaña Kukulu, en una habitación de la mansión de los Zaoldieck, Killua está colgado, encadenado de ambos brazos. Su cuerpo tiene marcas de latigazos y golpes. Frente a él esta su hermano, un muchacho obeso, quien lo mira con odio recordando la última vez que ellos se vieron, cuando Killua abandonó su hogar.

 

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Killua va caminando con su skate bajo el brazo por un pasillo oscuro. Frente a él aparece su hermano Milki, quien está hablando por celular con su madre.

Milki: Encontré a Killua, sí... Entendido – apaga el celular y da un latigazo al suelo – Killua, mamá está muy enojada contigo – da otro latigazo al suelo – Me pidió que por encima de todo te impidiera salir de aquí, sin importar qué métodos usara, ¿Lo entendiste?

Killua deja el skate en el suelo y empieza a avanzar en él hacia su hermano. Milki también avanza hacia él.

Milki: ¡Cómo te atreves!

Killua pasa al lado de Milki hiriéndolo en el costado y se va, mientras su hermano queda tocándose su herida, sin poder hacer otra cosa que mirar como Killua se va.

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Milki: ¿Comienzas a lamentarlo, o es que acaso ya no tienes energía para hablar?, je je. Dí algo Killua – Killua está dormido – Maldición – Killua abre los ojos – Killua, déjame decirte algo. Hay unas personas que dicen ser tus amigos y han entrado a nuestra propiedad. Están muy cerca de la casa de los mayordomos – sujeta su mentón con el látigo - Pareces estar feliz.

Killua: En verdad, no.

Milki: Son gente muy extraña, o serán estúpidos, ja ja ja – Milki se aleja de él y toma su celular – ¿Qué piensas hacer Kil?, sabes, si yo llamo a  mamá y le doy una orden a los mayordomos a esos sujetos les puede, ahhh.....- Killua se suelta de una de las cadenas, la expresión de su cara se vuelve mala.

Killua: Escucha Milki, si les pones una mano encima, te mataré.

 

La puerta de la habitación suena y una voz dice ‘Voy a entrar’. Es un anciano.

Anciano: Milki, ya es suficiente.

Milki: ¡Pero abuelo, aún no he logrado nada con él!

Anciano: Si eso ya lo sé. Tú, ya puedes irte.

Killua: Sí – haciendo un poco de fuerza se suelta de su otro brazo y luego se saca los pedazos de metal que le quedaron, ante la mirada enfadada de su hermano – Ah, cómo me dolió – se soba el hombro – Hermano, no lo lamento, pero me siento mal es por esa razón que permití que me azotaras.

Anciano: Killua, Silva quiere verte.

Killua: ¿Papá quiere verme? – está un poco contrariado – Lo entiendo.

Mientras Killua camina por un pasillo con las manos en sus bolsillos, piensa que Gon está cerca.

 

En el bosque.

Kikyo: Oh, todavía no me he presentado. Soy la madre de Killua y ella es Caruto. Como pudieron escuchar en el mensaje que les traje, Killua no está en condiciones de recibirlos hoy. ¿Podrían irse por favor?

Gon se limpia la sangre de su cara y le dice

Gon: ¿Por qué? ¿Por qué Killua no puede recibirnos hoy, señora?

Kikyo: Porque está en una celda solitaria.

Loerio: ¿En una celda?

Kikyo: Killua se enfrentó a uno de sus hermanos y se escapó de la casa, pero se arrepintió y regresó al hogar porque él así lo quiso y está en una celda solitaria por voluntad propia, así que ni siquiera sé cuando saldrá de aquel lugar. ¡Oh, Killua escapó!, ¡Querido abuelo por qué continuas interfiriendo con nosotros!, debes mantenerlo encadenado. Oh, Dios, qué hiciste. Debo irme, por favor, disculpen, vuelvan en otra ocasión – se da media vuelta.

Gon: Espere, señora – ella se detiene – Permaneceremos en esta ciudad durante 10 días. Podría decírselo a Killua por favor?

Kikyo: Lo entiendo y se lo diré. Por favor, discúlpenme. Cariño...

Mientras su madre camina, Caruto se queda de pie y los mira enfadada.

Kikyo: Caruto, ¿qué haces?, ven aquí rápido.

Caruto: Sí madre – corre hacia ella.

 

Leorio: Lamento decir esto pero se veían horribles. Ah, yo no creo toda esa historia de que Killua regresó por voluntad propia. Gon, me sentiré muy mal si simplemente doy media vuelta y regreso. ¿Por qué no la seguimos?

Gon: Sí – se agacha y toma el bastón de Cannary – Pero si hacemos eso tengo el presentimiento que la señorita Cannary será culpada.

Leorio: Si, eso es verdad.

Cannary empieza a despertar.

Cannary: No se preocupen – se sienta – Los ayudaré – dice, mientras toca su sien – Los llevaré a la mansión de los mayordomos, no les debe importar, lo que suceda conmigo es lo de menos.

Gon: ¿Ellos pueden hablar con Killua?

Cannary: Si el amo Zeno contesta el teléfono existirá la posibilidad.

 

En la celda de aislamiento.

Milki arroja su látigo al suelo.

Milki: Maldición, déjame decirte algo abuelo: Has consentido demasiado a Killua, por esa razón él se reveló.

Abuelo: Bueno, ya sabe que es especial. Milki, dime, ¿qué piensas acerca de su extraordinario talento?

Milki: Claro que tiene un talento extraordinario, si es que sólo vamos a habar de talento. Además, la mayoría incluso mamá lo admite. En cuanto a eso no tengo objeción alguna, pero como asesino él no funciona, es emocional. Tú lo sabes, abuelo; una persona que hace amigos no puede subir al trono de la familia Zaoldieck. En resumen, él es muy débil sicológicamente.

Abuelo: Mmm. Sí, eso es muy cierto.

Milki: En lo que a ese aspecto concierne, puedo hacerme cargo de cualquiera si me dan una orden ¿Si abuelo? Mi último invento, la bomba diminuta es sensacional. Es super diminuta y puede ser colocada en un mosquito! ¡Sí! y cuando este chupa la sangre a una persona estalla! Es increíble, ¿verdad? El cartucho de polvora es igual de grande a un petardo – mientras Milki sigue hablando excitado, el abuelo sube las escaleras para irse mientras piensa en Milki.

Abuelo: ‘Sé que tienes cerebro, ojalá no fueras tan estúpido’ – se va

Milki: El problema es que...

 

Killua está en una de sus habitaciones, el closet, cambiándose de ropa, recordando cuando se fue.

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Killua camina por el pasillo y escucha la voz de su madre

Mamá: ¡Oh, cariño, por favor detente! ¡Oh, cariño, por favor Killua!

Killua se detiene y mira hacia atrás. Ve un portón entreabierto, su hermana Caruto esta mirando como él se va y dentro de la habitación está su madre. Él empieza a correr y se va.

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Killua llega frente a una habitación, ni siquiera alcanza a tocar la puerta y una voz le dice: “¿Eres tú, Killua? Entra”

Killua se acerca a la puerta y entra. Se queda junto a ella de pie.

Silva: Killua, ¿te quedarás de pie? Siéntate.

Killua: De acuerdo – Killua se acerca a una silla que está frente a su padre y se sienta (se nota el temor y respeto que le inspira su padre). Su padre está cómodamente sentado en un sillón.

Silva: Escuché que hiciste algunos amigos.

Killua: Sí.

Silva: ¿Qué clases de personas son?

Killua: ¿Cómo son? Es divertido estar con ellos.

Silva: Entiendo – silencio.

Silva: ¿Cómo te fue en el examen?

Killua: Mmm...no lo pasé – Killua está temblando.

Silva: Escapaste de casa diciendo: “Decidiré yo solo lo que quiero hacer con mi vida” ¿Eso es cierto? Y además tomaste el examen del Cazador.

Killua: No lo tomé con la intención de convertirme en Cazador.

Silva: No me importa eso, pero según Irumi, dijiste que estabas harto de matar a la gente... ¿Por qué razón? Te escogí como mi sucesor entre cinco hermanos. Todavía creo que tomé la decisión correcta. Killua, quiero que seas honesto conmigo. ¿Estás cansado de ser un excelente asesino?

Killua: La verdad, creí que se adaptaba a mi personalidad.

Silva: ¿Personalidad?

Killua: El entrenamiento para ser asesino y las pruebas que eso conlleva, incluso durante el examen para convertirme en Cazador. Participé en todas las pruebas pero a medida que pasaba más tiempo con Gon y los demás, comencé a sentir que era más divertido estar con ellos que pasar la prueba.

Silva: ¿Gon? Así que ese es el nombre de tu nuevo amigo. No te preocupes Killua, no le haré nada a tus nuevos amigos.

Killua: Ni siquiera se mostró sorprendido cuando le conté que mi familia era una familia de asesinos. Él siempre terminaba haciendo algo increíble – esboza una pequeña sonrisa – No es una persona común y corriente, nunca me aburrí con él. Nunca había conocido a alguien así.

Silva: Con que estás impresionado con tu nuevo amigo, Killua.

Killua: Ah.

Silva: Killua, acercate. Quiero escuchar toda la historia. ¿Qué hiciste durante a prueba?, ¿A quién conociste?, lo que piensas acerca de tu experiencia. Cuéntamelo todo, Killua.

Killua: Sí.

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Caruto está recordando cuando Killua se fue. Ella estaba de pie mirando por una puerta entreabierta, mirando cómo su madre discutía con Killua. Sólo se oye la voz de Kykio

Kykio: ¡Oh, querido! ¿Qué le hiciste a tu hermano? Un momento Killua, ¿no estás escuchando lo que tu madre te dice? Ahhhhhh....

Luego del grito de Kykio, se ve a Killua que sigue avanzando y deja una marca de su mano ensangrentada en la pared.

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Kykio: ¿Cariño? ¿Qué haces ahí parada? Ven aquí rápido.

Caruto: Sí, madre.

Caruto y su madre avanzan rápidamente por el bosque.

Kykio: Oh querida, el abuelo lo hizo sin consultarme. Lo que Killua necesita es un castigo. Ha comenzado a hablar de una idea egoísta. Quiere convertirse en un chico corriente. Todo eso ha ocurrido porque hizo algunos amigos. Oh querido Killua, él no sabe cómo me siento. Está feliz con su padre. ¡No puedo tolerarlo!

 

Ya es de noche y la luna llena ilumina el bosque. Cannary, Gon y los demás caminan por el bosque en dirección de la casa de los mayordomos.

Gon: Me pregunto qué le habrá sucedido a Killua.

Kurapica: Su mamá cambió de actitud súbitamente.

Leorio: Tal vez tenía que ir al baño.

Cannary recuerda cuando Killua se fue. Era un día soleado. Él sólo la miró y pasó a su lado. Después de unos pasos Cannary le habla.

Cannary: Amo Killua – él se detiene.

Killua: Ni lo intentes. No sé lo que Goto te haya dicho. No me detengas y hablo en serio.

Cannary: Sí, como usted diga. Pero – él la mira – debo recordar que mi prioridad es obedecer las órdenes de mi amo Killua.

Killua: Dime, ¿Cómo te llamas?

Cnnary: Me llamo Cannary, señor.

Killua: Ya veo, eres Cannary. Entonces, cuídate Cannary – se va

Cannary: Le deseo buena suerte amo Killua – ella lo ve irse.

 

En el hogar de los Zaoldieck.

Se escuchan risas.

Killua: ¿Y sabes lo que Gon le dijo a Hanzo? No quiero que me mates pero tampoco quiero rendirme. ¿No te parece eso algo egoísta?

Silva: Ja ja. Qué chico tan divertido es tu amigo, es muy simpático.

Killua: ¿No es así? Y además...

Silva: Killua - se pone serio – ¿Quieres volver a verlo? – Killua baja la mirada – Killua, no necesitas dudar, sólo responde.

Killua: No tengo derecho de ver a Gon porque después de todo somos amigos.

Silva: ¿Qué?

Killua: A mis amigos y compañeros yo los abandoné.

Silva: ¿Por esa razón no puedes volver a verlos? Entonces, ¿por qué razón tus amigos vinieron a la propiedad Zaoldieck? Eres importante para ellos – Killua lo mira – En lugar de lamentarte por lo que has hecho, ¿por qué no sigues los impulsos de tu gran corazón? Killua, ahora que lo pienso, nunca tuve una conversación con mi padre. Él me crió para convertirme en un asesino; de la misma manera yo te obligué a seguir el mismo camino Killua. Tú y yo somos diferentes. Ahora lo sé, hijo. No me había dado cuenta de un hecho tan simple hasta que regresaste a casa – acarcica la cabeza de Killua – Y es que eres mi hijo, pero quiero que seas tu mismo. Vete y vive tu vida. Si te aburres puedes regresar cuando quieras Killua – retira su mano y se pone serio – Así que responde: ¿Quieres ver a tus amigos? – Killua asiente – Te entiendo. Desde ahora eres libre, pero quiero que me prometas algo – acerca su dedo pulgar a su boca y se hace una herida – Jura nunca traicionar a tus amigos, ¿de acuerdo?

Killua: Lo juro, nunca los traicionaré. Nunca lo haré – rompe su dedo y acerca su dedo al de su padre, cerrando el juramento.

 

Killua corre hacia la habitación donde se cambió de ropa y escoge una mochila desde un montón y sale de allí, corriendo feliz pues va a encontrarse con sus amigos nuevamente, sin embargo al final del pasillo las puertas se abren y aparece su madre y su hermana.

Kykio. Killua, es inútil, ya se fueron. Por favor, regresa a tu celda, ¡Killua!

Killua: ¡No! – su madre retrocede horrorizada – Me voy.

Kykio: ¡No puedes! ¿No entiendes lo que todos sentimos por ti? Tú mamá y todas las demás personas nos preocupamos por ti, ¡pero mírate!

Killua: ¡Olvídalo! – avanza.

Kykio: ¡Es suficiente, Killua! – alarga su brazo para detenerlo, pero se detiene a medio camino ante la mirada enfadada de Killua.

Killua: ¡Apártate!

Killua finalmente se va y su madre se queda pensando que es sorprendente lo que ha progresado su hijo para alcanzar tal nivel de fuerza.

Kykio: ¿En qué estaba pensando abuelo querido?, finalmente Irumi nos trajo a Killua de regreso.

Silva: Déjalo solo por un tiempo.

Kykio: No podemos. ¿No estás preocupado por él? Ya sabes, este es un momento crucial para que Killua se convierta en el sucesor de la familia Zaoldieck.

Silva: Ja ja ja

Kykio: ¿Me estás escuchando? Di algo, quieres?

Silva: Si ya te diste cuenta, ¡cierra la boca y deja de gritar! No te preocupes. ¿Viste cómo reaccionó? ¿Viste su mirada? ¿Sabes algo? Él ha progresado a su manera, pero algún día volverá – sonríe – Sin importar qué tan lejos vaya, no existe otro lugar en el mundo donde Killua pueda vivir. Él regresará.

Cannary y los demás finalmente llegan a la mansión de los mayordomos.

Cannary: Es allá

Leorio: Tú dijiste que era la casa de los mayordomos pero para mí se ve igual que la mansión de la familia Zaoldieck.

Cannary: La familia no vive aquí. Esta es la mansión de los mayordomos.

Gon: Entonces Killua ni su familia viven aquí.

Cannary: No, su mansión queda más lejos.

Leorio: ¿Qué?

Kurapica: Realmente viven en un mundo muy diferente al de nosotros.

 

Se acercan más y entonces ven a cinco hombres de etiqueta que los esperan fuera de la casa. Ellos son los mayordomos.

 

Episodio 36:

 

Leorio: Parecen estar extremadamente alertas.

Kurapica: Si, es así. Fácilmente puedo ver que no somos bienvenidos aquí, amigos.

Goto: ¿Cannary?

Cannary: Si.

Goto: Puedes irte.

Cannary: Ah, si – ella se retira.

Gon: ¿Tendremos que enfrentarnos a ellos?

Leorio: No, no lo creo pero no estoy tan seguro. Ellos tienen una posición más alta que Zeburo y esa niña.

Kurapica: De todas maneras hay que ser cuidadosos.

 

Ellos avanzan hacia los mayordomos con cautela pero se sorprenden pues estos les hacen una reverencia. Goto, el líder de los mayordomos, toma la palabra.

Goto: Por favor, discúlpenme. Fui mal educado el otro día, pero la señora me pidió que los recibiera como huéspedes formales de la familia y que me esmerara mucho por atenderlos.

Gon: ‘Es el hombre que contestó el teléfono’

Goto: Nos hemos preparado para curar sus heridas. Por favor, entren.

Gon: Después nos encargaremos de eso – avanza unos pasos – ¿Dónde está Killua? - Goto lo mira – Escuche, quiero ver a Killua.

Goto: Creo que usted debe ser el señor Gon. La señora me informó todo al respecto. Por favor, entren.