Rippo, el examinador de esta prueba, diseñó para los aspirantes la Torre de los Engaños. Los aspirantes fueron colocados en
la cima de la torre y debían ingeniárselas para llegar al primer nivel y salir de ella. La primera traba fue encontrar una
entrada, pues el lugar aparentaba no tener ninguna (habían entradas secretas utilizables sólo una vez). En una sección de
la torre, Rippo colocó a los criminales que había logrado capturar para que detuviesen a los aspirantes, por una hora que
los retuviesen, para ellos se acortaba en un año la condena. Los aspirantes tenían 72 horas para llegar al primer piso. Habían
muchas formas de llegar y muchas pruebas que vencer.
Aspirantes aprobados: 36
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